Cada vez tengo más claro que el libro digital ha venido para quedarse. Sobre todo desde un punto de vista práctico: espacio en casa y coste del libro en sí (siempre debería ser más barato el digital).
Pero también dije en alguna ocasión que hay muchos libros que merece la pena tener físicamente. Su tacto, su sensación al abrirlos, su olor característico, su cuidada edición, portadas que son obras de arte, o tal vez el hecho de que nos evoquen algún sentimiento, como que estén firmados y dedicados, o que sea el regalo de algún ser querido. O, por supuesto, que tengan un fuerte componente gráfico.
Es el caso de estos tres libros que yo me he pedido para Reyes. Los tres, por cierto, muy ligados a la Tierra Media y a su creador.
Cartas de Papá Noel
Tolkien fue un maestro en muchos sentidos. No puedo afirmarlo, pero probablemente también en su papel de padre.
Todos los meses de diciembre, sus hijos recibían cartas de Papá Noel, a veces también escritas por un oso polar, e incluso por el elfo Ilbereth.
Son historias maravillosas, como los renos que se escaparon y esparcieron los regalos, o las guerras contra los trasgos que habitaban las cuevas bajo la casa de Papá Noel (si es que no hace falta ni que las firme para saber quién las escribe).
Hay pocos objetos tan personales como una carta manuscrita. La palabra escrita es poderosa (y peligrosa). Capaz de evocar grandes sensaciones y potentes ideas. Pero la palabra manuscrita lo es mucho más, porque directamente está plasmada por su autor en el papel. La carta se convierte en un medio único, irrepetible, de transmisión entre escritor y lector. Es más: generalmente las cartas están dirigidas a un lector concreto, y eso hace que esta comunicación sea mucho más íntima.
En alguna ocasión, siendo yo pequeño (y no tan pequeño) mi padre también me escribió «de parte de los Reyes Magos». Son diminutos gestos, pero que décadas después tengo bien presentes en mi memoria y en mi corazón. Así que puedo suponer lo que debieron sentir los hijos de Tolkien.
Por cierto, que estas cartas las escribió desde 1920 hasta 1943. Así que en las últimas no eran precisamente niños, sus destinatarios. Podemos imaginarnos que son bastante emotivas.
Esta edición de Minotauro, además, está cuidadísima. Y es limitada. Así que yo este año no la dejo pasar.
Obviamente esto es café para los muy cafeteros. Si no eres fan de Tolkien, probablemente no te interesen nada. Pero estás leyendo este blog, así que lo veo poco probable.
Cuaderno de bocetos de El Hobbit
Alan Lee es un nombre fuertemente ligado a la obra de Tolkien. Podemos decir que es uno de sus ilustradores de cabecera, ya que sus dibujos encabezan buena parte de las últimas ediciones de los libros del maestro.
No en vano algunas de sus ilustraciones se usaron como inspiración e incluso como parte del decorado en las películas.
El Hobbit no es una excepción. La última edición ilustrada es una maravilla.
Pues bien, en este volumen tenemos un buen puñado de ilustraciones y bocetos de Alan Lee. Tal vez más aptos para un coleccionista que para un lector aficionado a la Tierra Media. Sea como sea, es una maravilla gráfica en una cuidada edición.
Por cierto, que también tenemos disponible el Cuaderno de bocetos de El Señor de los Anillos. Si vas a comprar uno… casi que el otro también, ¿no?
Cuaderno de viaje de la Tierra Media
Y si antes hablaba de que Alan Lee está directamente ligado a la Tierra Media, John Howe está a la misma altura. De hecho formó equipo con Lee como diseñador conceptual del mundo de Tolkien durante el rodaje de las películas.
A mí, en realidad, me gustan aún más las ilustraciones de Howe que las de Lee. Pero es sólo gusto personal, claro, no diré que uno sea mejor que el otro, porque carezco del conocimiento artístico necesario como para valorar eso.
En cualquier caso, aquí tenemos otro volumen que abarca todos los sucesos de El Señor de los Anillos. Otra cuidada edición con maravillosos dibujos.
Bueno, pues éstas son mis tres propuestas para estas Navidades. Para pedir o para regalar/se. Pincha en las ilustraciones que encabezan a cada uno para ir al enlace de compra en Amazon.
P.D.: y si la persona a la que le vas a hacer un regalo es ávida lectora de novela histórica, recuerda que tienes a tu disposición mis libros.
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