La isla verde se prepara para asumir un nuevo cambio. Son muchos los pueblos que la han habitado, muchas las leyendas que se han forjado.
Los milesianos se acercan en sus naves. Vienen del norte de la Península Ibérica, preparados para hacer frente a quien sea, incluso si se trata de dioses.
Vienen con ansias de venganza. Vienen para establecerse y fundar un nuevo pueblo. Para escribir una nueva leyenda, una que perdurará para siempre.
La historia de Irlanda está llena de mitos y leyendas. Es una riquísima cultura en cuyos orígenes se mezclan la mitología con la realidad. Por muy míticas que sean estas historias, no cabe duda de que tienen una base real. Y eso me parece fascinante.
Hoy vengo a contaros una de estas historias, ni más ni menos que la que dio origen (supuestamente) al actual pueblo irlandés.
Y que, cómo no, se culmina en una batalla.

¿Quiénes eran los milesianos?
Nos remontamos a la época de Moisés. Geytholos (Goídel Glas) es un escita que trabaja a las órdenes del faraón de Egipto y se ha casado con su hija, Scota. Tras ser expulsados de Egipto, vagan por el Mediterráneo y terminan en la Península Ibérica, asentándose en Brigantia (La Coruña). Y tuvieron un hijo, el famoso rey Breogán
La leyenda cuenta que Breogán construyó una torre (que hay quien identifica con la Torre de Hércules) desde la que su hijo Ith veía la isla de Irlanda. Y decidieron ir allí.
Ith viajó a la isla, pero allí fue muerto a manos de los tres reyes de Irlanda: Mac Cuill, Mac Cecht y Mac Gréine, que eran parte de los Tuatha Dé Danann. Los Tuatha Dé son la «tribu de los dioses», los quintos habitantes de Irlanda, que se hicieron con el control de la isla tras derrotar a los Fir Bolg, a los Fomoré, y a otros seres que la poblaban.
Estamos hablando del panteón de dioses irlandeses, un riquísimo compendio de personajes con historias muy humanas pero con un carácter divino, siendo tal vez el más célebre Cú Chulainn, el héroe irlandés mitológico del ciclo del Úlster. En ellos hay evidentes referencias en el panteón celta. En fin, no voy a profundizar en este tema porque necesitaría varios artículos. Baste decir, de momento, que los Tuatha Dé tienen un carácter divino.
Pero Breogán tuvo dos hijos: Ith y Bile. Y Bile, a su vez, tuvo un hijo: Míl Espáine (que significa «el soldado de Hispania»), que a su vez tuvo ocho hijos.
Fueron los ocho hijos de Míl (los milesianos) los que decidieron vengar la muerte de su tío Ith, y lideraron una fuerza de invasión contra los Tuatha Dé.

La batalla de la colina de Tara
Los milesianos llegaron por la actual provincia de Kerry, al suroeste de Irlanda, y desde ahí fueron capturando terreno a los Tuatha Dé (no serían tan divinos, después de todo). Al llegar a la colina de Tara, los tres reyes pidieron una tregua.
No es casualidad: la colina de Tara es un lugar sagrado en Irlanda, un centro político y espiritual. Capital de los Tuatha Dé, allí se encuentra la piedra del destino sobre la que, a partir de entonces, los reyes irlandeses serían coronados (al menos hasta la llegada de los ingleses, pero eso es otra historia).
Yo he tenido la suerte de estar allí, y aunque no impresiona especialmente, sí es cierto que hay cierto ambiente místico alrededor.
El caso es que los reyes pidieron una tregua e hicieron una promesa: los milesianos debían retirarse a sus naves y navegar a una distancia de nueve olas. Si podían volver a la isla, Irlanda sería suya. Evidentemente había trampa: cuando los milesianos se alejaron, los Tuatha Dé invocaron una gran tormenta, en la que murieron 5 de los hijos de Míl. Pero otros 3 sobrevivieron y lograron volver, con lo que los Tuatha Dé tuvieron que ceder la isla, siendo exiliados.
Antes de ello, sus tres esposas (Ériu, Banba y Fodla) pidieron que la isla se nombrase como ellas. Y así fue: Ériu es la forma anterior del famoso nombre Éire, y Banba y Fodla son nombres poéticos que se atribuyen a Irlanda con frecuencia.

¿Qué hay de real en todo esto?
Como dije antes, la mitología se funde con la historia. Pero algo de real tiene que haber en todo esto.
Empezando por el origen céltico del pueblo irlandés, a los que se conoce como celtas goidélicos (descendientes de Goídel Glas), que llegaron a Irlanda entre los siglos II y I a.C.
Scota es quien da nombre a los escoceses: Scotia es la zona de Escocia en la que se hablaba gaélico, siendo un pueblo que había venido desde Irlanda. Hay una zona en Irlanda, precisamente al sur de Tralee (capital del condado de Kerry) donde hay un túmulo que se dice que es la tumba de Scota.
Pero hay más: un reciente estudio genético realizado por el profesor Bryan Sykes, de la Universidad de Oxford, demuestra sin lugar a dudas la vinculación de la población actual en las islas británicas con los habitantes del norte de la Península Ibérica.
Por no mencionar la gran cantidad de leyendas cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, pero que están bien arraigadas en las culturas del norte de la Península y de Irlanda. Como por ejemplo la del Shamaín, precursor del Halloween; o como la figura de Lugh (dios principal, por decirlo así, de los Tuatha Dé), con referencias como la Lugnasad o Lunasa, una fiesta celta que se celebra en Lugo (que curiosamente no viene de Lugh, sino de Lucus, que significa bosque sagrado); o Lugones, en Asturias, donde habitaba la antigua tribu de los luggones (de quienes se han encontrado referencias en Gijón, Argandenes -Piloña- o Lugo de Llanera).
En fin, historia real que se entremezcla con las leyendas, que siempre tienen una base de verdad. ¿No es interesante?
¿Te ha gustado el artículo? ¡Me alegro! Pues a cambio, puedes hacerme un sencillo favor:
- Suscríbete a la Newsletter. Es fácil, gratis, y te puedes dar de baja cuando quieras.
- Compártelo en las redes sociales. Un simple clic en el icono correspondiente.
- Deja un comentario. ¡Los respondo todos!