El Asedio no es una novela, es un cuadro.
Ahí dejo esta idea, que explicaré cuando llegue a la conclusión de esta reseña. Mientras tanto, abramos los ojos porque tenemos delante una novela cuya protagonista indiscutible es una ciudad histórica.

El Asedio: retrato de Cádiz en 1811
He cogido este libro con muchísima ilusión por varios motivos. El primero, que Pérez Reverte es uno de mis autores de referencia. El segundo, que la premisa de la historia invita a pensar en el caso de Jack el Destripador: un asesino en serie, que sólo mata a mujeres (de forma terrible) y con el añadido de que dichas muertes ocurren allí donde caen bombazos de la artillería francesa.
Y sobre todo, el tercero, que ya tenía ganas de leer alguna novela histórica con el contexto de la Guerra de la Independencia, y en particular en la ciudad referencia de todo: Cádiz.
Me temo que la ilusión con la que lo he cogido ha jugado en mi contra. No es que no me haya gustado (de ser así, no me lo habría terminado), pero creo que no me ha gustado… todo lo que debería. Y la verdad es que no encuentro un motivo concreto, más allá del final, que me ha dejado muy frío. Así que más que quedarnos con mis impresiones finales, prefiero desgranar lo mejor y lo peor de la novela.
Lo mejor, para mi gusto, son los personajes y sus subtramas. Muy interesantes:
- El comisario Rogelio Tizón, un héroe con más oscuros que claros, que se las ve y se las desea para resolver el caso.
- Lolita Palma, heredera de una casa comercial gaditana, mujer independiente y resolutiva, que tal vez está algo forzada: me la creo más en el siglo actual que en el XIX. Tengo la sensación de que está metida con calzador para que haya algún personaje femenino… y feminista.
- Un capitán corsario, que probablemente sea el mejor personaje de la novela. Ahí se notan las influencias marítimas del autor.
- Un taxidermista, Gregorio Fumagal, que ejerce de espía para los franceses. Interesantísimo personaje… que en mi opinión tendría que tener más desarrollo o protagonismo en la novela.
- El artillero francés, obsesionado con los cálculos matemáticos, más científico que militar, que se enfrenta al problema de poder mejorar el alcance para bombardear Cádiz.
- Un guerrillero. Tal vez el único personaje que me sobra, que entiendo que es necesario dado el contexto, pero que para mí no aporta mucho a la historia. Aunque sus escenas de acción son las mejores del libro, eso sí.
El problema, para mí, es que tenemos tantas subtramas y tan interesantes que al final todo avanza muy lento, y de hecho llega un momento en que, sin entender en qué afecta la subtrama a la trama principal, la primera pierde interés. Tengo la sensación de que el autor ha intentado abarcar demasiado cuando, realmente, no hacía falta.
Pero claro, tú sigues leyendo, y cuando llevas 600 páginas (y aún te queda un poco para el final), esperas que éste sea apoteósico y brutal, que te deje de piedra. Has disfrutado de las subtramas, de escenas brillantes, de personajes interesantísimos, pero necesitas que todo tenga sentido de forma global.
No olvidemos que hablamos, sobre todo, del caso de un asesino en serie. O eso es lo que nos vende la sinopsis, la portada y el primer capítulo. El caso es que la resolución del caso es muy pobre, por desgracia. Me ha dejado muy frío.
Tal vez el título, en este sentido, sea algo desafortunado… O tal vez no. La intuición me dice que Pérez Reverte quería escribir una novela de historia bélica, pero que por no repetirse, tal vez, haya optado por una novela negra ambientada en un contexto de guerra histórico.
Creo que el Pérez Reverte que escribió El húsar o La sombra del águila habría prescindido de toda la paja, y se habría quedado con lo que verdaderamente quería contar: la vida de un corsario, la ventaja tecnológica de la artillería francesa, la resistencia un tanto extravagante de la ciudad de Cádiz, las heroicidades de los guerrilleros… Y en todo esto, no tiene cabida un asesino en serie.
Conclusión
El Asedio no es una novela, es un cuadro. Un cuadro en el que se ven a varios personajes dentro de una escena. Un cuadro, si queremos, compuesto por varios retratos dentro de un mismo contexto, que todos juntos nos dan una imagen de lo que debió ser una época fascinante.
Historias de personajes unidas por una trama común, con escenas personales brillantes (sobre todo las de acción), pero que no dejan de ser subtramas donde el mayor interés es el propio personaje en sí. Un retrato, por tanto. Pero como cuadro, tal vez sea demasiado estático.
El Asedio, en definitiva, es muy interesante como imagen de la época y como retrato de dichos personajes, pero creo que el argumento general se le ha atragantado al autor. Con un final, para mi gusto, bastante descafeinado.
La recomiendo para apasionados de este contexto histórico o para fans incondicionales del autor. Pero por desgracia creo que El Asedio no es una de sus mejores novelas.
Como siempre, aquí os dejo el enlace de compra.
¿Te ha gustado el artículo? ¡Me alegro! Pues a cambio, puedes hacerme un sencillo favor:
- Suscríbete a la Newsletter. Es fácil, gratis, y te puedes dar de baja cuando quieras.
- Compártelo en las redes sociales. Un simple clic en el icono correspondiente.
- Deja un comentario. ¡Los respondo todos!